Felanitx / Tres puntualizaciones sobre el sindicato (2)
¿Porqué el destino del Sindicat tiene que ser un Centro Cultural?
Por delante nuestra admiración para el genial artista de Felanitx, Miquel Barceló y para su obra.
Ante todo, creemos que sería preciso, para crear una obra de tal envergadura como la que puede generar el Sindicat, un consenso político de todos, absolutamente de todos los partidos políticos, especialmente los de Felanitx y en segundo lugar un compromiso de transparencia total en lo que se refiere a todo el procedimiento que generará la construcción del centro. Transparencia acompañada de discreción evidentemente.
![[Img #27092]](https://viufelanitx.com/upload/images/06_2019/3390_51.jpg)
Lo decíamos antes, nuestro máximo respeto para Miquel Barceló y su extraordinaria obra. Pero nos gustaría conocer de quien o quienes salió la idea del Centro Cultural de referencia de Miquel Barceló.
Cuando uno destina un espacio, que a la larga será costosísimo, a un proyecto es de suponer que lo avala un estudio en profundidad de los pros y los contras, un estudio del cual desconocemos su existencia. Un estudio donde se valore las repercusiones económicas, la revitalización de Felanitx y los aspectos de alojamiento, transporte, etc, etc….¿Quien está o estará al frente de este proyecto y si se tiene pensado realizarlo?.
Por otro lado, también uno debe saber que obra u obras del artista de estarán expuestas en el Centro, porque para ser referencia mundial muy bueno debe ser el contenido de la obra del artista para que merezca este calificativo y sobre ello, no hay que sepamos, ningún compromiso.
Sabemos que es prematuro hablar de implicaciones, Barceló comentó que hasta que el Sindicat no fuera público no se comprometería a nada y entendemos su postura. Suponemos que los inversores internacionales de la medida de las hermanas Koplowitz, como en su día comentó a este medio Miquel Enseñat, tampoco habrán abierto la boca todavía.
Es decir, el Sindicat es público y ahora se empieza desde cero.
Antes de asignar un uso, se debería conocer en profundidad que generará para Felanitx este uso, la lista de promotores y la implicación de cada uno de ellos en la gestión y en la financiación del proyecto y la aportación del artista que debe ser importante para que tenga sentido dedicarle un espacio y la inversión que ello implica.
Se habló en el tiempo de crear una fundación público/privada, pero todo esto que se sepa no son más que palabras.
Nos preguntamos ¿Tiene el Consell y el Ajuntament decido el uso? ¿O son solo palabras a los medios, o más bien solo deseos?
Felanitx está ante la realización de una obra poco menos que faraónica para en el municipio, en un edificio si no es ruina total está en vías de ello.
Las realidades ciudadanas siempre deben estar por delante de los sueños políticos. El Sindicat es historia, son sentimientos, son muchas cosas, pero no caigamos en la euforia y la soberbia. El Sindicat merece una restauración, una rehabilitación en profundidad y un nuevo uso, fruto de unos estudios y de los deseos de sus ciudadanos, no de caprichos ni vanidades propias.
La consulta ciudadana debe ser una necesidad sobre la que los políticos tienen que trabajar. En la calle hay una horquilla de va desde un 60 a un 50 % a favor de que se cree el Centro Cultural de referencia, frente a un 40 a un 50% que cree que no. No hay una postura clara y definitoria.
La gestión política nunca puede dar la espalda a la opinión ciudadana. Una difícil papeleta y una aún más difícil gestión.
Otro punto que requeriría una transparencia total es sobre el reparto de cargas que generara desde ya, el proyecto del Sindicat. Todos sabemos como funcionan las Instituciones y su dejadez anacrónica en muchos aspectos. Pondremos solo un ejemplo, el Consell de Mallorca tiene en Manacor varias vías urbanas sobre las cuales tiene el dominio y la gestión. ¿Cuántos euros se ha gastado en la pasada legislatura para su mantenimiento? Sinceramos creemos que ninguno. ¿Puede ocurrir lo mismo con el Sindicat y que sea el Ajuntament quien tenga que asumir costes que no le corresponderían?
En el apartado de costes, no solo habrá que tener en cuenta la construcción o rehabilitación y reforma, que será un coste puntual, una vez en la vida, lo importante será el coste del mantenimiento que puede pesar como una losa diariamente sobre las economías institucionales.
Las “ruinas” del Sindicat son ahora una realidad pública, que merece felicitaciones, pero también un enorme quebradero de cabeza político que traerá muchos problemas y más consecuencias.
Ante todo, creemos que sería preciso, para crear una obra de tal envergadura como la que puede generar el Sindicat, un consenso político de todos, absolutamente de todos los partidos políticos, especialmente los de Felanitx y en segundo lugar un compromiso de transparencia total en lo que se refiere a todo el procedimiento que generará la construcción del centro. Transparencia acompañada de discreción evidentemente.
Lo decíamos antes, nuestro máximo respeto para Miquel Barceló y su extraordinaria obra. Pero nos gustaría conocer de quien o quienes salió la idea del Centro Cultural de referencia de Miquel Barceló.
Cuando uno destina un espacio, que a la larga será costosísimo, a un proyecto es de suponer que lo avala un estudio en profundidad de los pros y los contras, un estudio del cual desconocemos su existencia. Un estudio donde se valore las repercusiones económicas, la revitalización de Felanitx y los aspectos de alojamiento, transporte, etc, etc….¿Quien está o estará al frente de este proyecto y si se tiene pensado realizarlo?.
Por otro lado, también uno debe saber que obra u obras del artista de estarán expuestas en el Centro, porque para ser referencia mundial muy bueno debe ser el contenido de la obra del artista para que merezca este calificativo y sobre ello, no hay que sepamos, ningún compromiso.
Sabemos que es prematuro hablar de implicaciones, Barceló comentó que hasta que el Sindicat no fuera público no se comprometería a nada y entendemos su postura. Suponemos que los inversores internacionales de la medida de las hermanas Koplowitz, como en su día comentó a este medio Miquel Enseñat, tampoco habrán abierto la boca todavía.
Es decir, el Sindicat es público y ahora se empieza desde cero.
Antes de asignar un uso, se debería conocer en profundidad que generará para Felanitx este uso, la lista de promotores y la implicación de cada uno de ellos en la gestión y en la financiación del proyecto y la aportación del artista que debe ser importante para que tenga sentido dedicarle un espacio y la inversión que ello implica.
Se habló en el tiempo de crear una fundación público/privada, pero todo esto que se sepa no son más que palabras.
Nos preguntamos ¿Tiene el Consell y el Ajuntament decido el uso? ¿O son solo palabras a los medios, o más bien solo deseos?
Felanitx está ante la realización de una obra poco menos que faraónica para en el municipio, en un edificio si no es ruina total está en vías de ello.
Las realidades ciudadanas siempre deben estar por delante de los sueños políticos. El Sindicat es historia, son sentimientos, son muchas cosas, pero no caigamos en la euforia y la soberbia. El Sindicat merece una restauración, una rehabilitación en profundidad y un nuevo uso, fruto de unos estudios y de los deseos de sus ciudadanos, no de caprichos ni vanidades propias.
La consulta ciudadana debe ser una necesidad sobre la que los políticos tienen que trabajar. En la calle hay una horquilla de va desde un 60 a un 50 % a favor de que se cree el Centro Cultural de referencia, frente a un 40 a un 50% que cree que no. No hay una postura clara y definitoria.
La gestión política nunca puede dar la espalda a la opinión ciudadana. Una difícil papeleta y una aún más difícil gestión.
Otro punto que requeriría una transparencia total es sobre el reparto de cargas que generara desde ya, el proyecto del Sindicat. Todos sabemos como funcionan las Instituciones y su dejadez anacrónica en muchos aspectos. Pondremos solo un ejemplo, el Consell de Mallorca tiene en Manacor varias vías urbanas sobre las cuales tiene el dominio y la gestión. ¿Cuántos euros se ha gastado en la pasada legislatura para su mantenimiento? Sinceramos creemos que ninguno. ¿Puede ocurrir lo mismo con el Sindicat y que sea el Ajuntament quien tenga que asumir costes que no le corresponderían?
En el apartado de costes, no solo habrá que tener en cuenta la construcción o rehabilitación y reforma, que será un coste puntual, una vez en la vida, lo importante será el coste del mantenimiento que puede pesar como una losa diariamente sobre las economías institucionales.
Las “ruinas” del Sindicat son ahora una realidad pública, que merece felicitaciones, pero también un enorme quebradero de cabeza político que traerá muchos problemas y más consecuencias.
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