Lo cierto es que los problemas de copyright son muy comunes en proyectos online: podemos tenerlos con blogs de noticias, con tienda de ropa, en casinos online cómo giros-gratis.com.mx, etc.

Si subimos un vídeo en YouTube pueden pasar dos cosas:

Vídeos con copyright: Esto suele ser lo más habitual. Estamos intentando subir un vídeo que tiene copyright y YouTube nos lo ha detectado de alguna manera. Aquí tiene razón la plataforma de Google ya que esto es algo que no deberíamos de hacer.

A continuación vamos a ver algunas técnicas que nos van a permitir subir este tipo de grabaciones.

Vídeos sin copyright: A mí a veces me ha ocurrido algo curioso. Me he grabado con la cámara contando cualquier historia y, a pesar de solo aparecer mi cara en ella, YouTube me ha denegado la monetización alegado que no tengo los derechos de mi vídeo y que aporte pruebas para indicar que si que los tengo.

Esto, de por sí, es absurdo porque aunque el vídeo sea mío no sé cómo demostrarlo. Probé a escribir en un papel que yo era yo pero tampoco sirvió. Al final la única opción posible es monetizarlo a través de una network quienes se encargarán de forzarla en todos los vídeos.

¿Cómo subir vídeos con copyright a YouTube?

YouTube parece listo pero no siempre lo es. Hay algunas maneras para poder engañar a sus filtros.

Si queremos subir un vídeo con copyright lo primero que tendremos que hacer es modificar el md5. Esta codificación se encarga de determinar si un vídeo ya ha sido subido. Hay muchos programas que se la cambiarán en cuestión de segundos por lo que no deberíamos de tener problemas en este paso.

Sin embargo, Google también es capaz de detectar algunos patrones de música y vídeo por lo que te recomendamos dos cosas:

Utiliza un editor de vídeo para poder añadirle una fotografía principal o una intro que haga parecer el vídeo diferente al original. También te recomendamos que añadas una marca de agua durante toda la grabación y así minimizarás el riesgo de tener cualquier tipo de problema.

A la hora de editar el audio puedes hacer dos cosas: o bien utilizas una música diferente que no tenga derechos de autor (solamente en el caso de que el audio no sea importante) o bien lo aceleras o lo ralentizas un poco para que los sistemas de seguridad no los puedan llegar a detectar.